Generalmente cuando hablamos de conocer a los usuarios lo primero que pensamos es en el proceso de investigación que llevamos a cabo al inicio del proyecto, por medio de entrevistas, o focus groups.
Sin embargo una de las mejores maneras para conocer a los usuarios es brindándoles las oportunidad de utilizar el producto, ya sea al inicio del proceso a un nivel muy básico o más adelante con un producto más completo.
Entonces, ¿qué debemos tomar en cuenta para que estas pruebas sean lo más valiosas posible? Es tan importante la ejecución de las pruebas, como la preparación y lo que realicemos con los resultados.
¿Qué necesito saber de esta prueba?
Antes de realizar las pruebas, incluso antes de plantear las tareas debemos tener clara la razón por la que vamos a evaluar nuestro producto.
¿Vamos a evaluar toda la herramienta, o solo unas funcionalidades específicas?, ¿queremos evaluar cuánto tiempo se tarda en realizar las tareas?, ¿la navegación?…
Definir el objetivo nos va a ayudar a comprender en qué debemos enfocarnos, qué tareas debemos plantear y qué preguntas realizar.
El planteamiento de las pruebas dependerá mucho de la etapa del proyecto en la que nos encontremos o el escenario en que las vamos a realizar.
El escenario ideal es contar con los usuarios reales en el contexto más real posible, para asegurarnos que los resultados serán lo más auténticos posibles.
Recordatorio:
Con 5 ó 7 pruebas que realicemos vamos a obtener el 85% de los problemas de usabilidad.
Después de llevar a cabo varias pruebas, en diferentes escenarios una de las acciones que, desde mi punto de vista, ha proporcionado mejores resultados ha sido hacer sentir al usuario en un ambiente agradable y seguro. Generar confianza ayudará a que el usuario se sienta más cómodo al momento de expresar sus opiniones.
Estamos evaluando la herramienta, no al usuario
Cuando estamos ejecutando pruebas debemos realizar preguntas que ayuden al usuario a brindar más y mejores aportes.
Esto nos permite a nosotros no solamente escuchar sus ideas sino también observar cómo interactúa con el producto.
Observar a los usuarios realizar las tareas nos ayudará a descubrir y comprender mucho más sobre su comportamiento, que solamente escuchando sus respuestas.
Es recomendable realizar las pruebas entre dos personas, permitiendo que una persona tome apuntes y otra se encargue de prestar más atención a observar lo que el usuario realiza.
Debemos recordar que está permitido cambiar un poco el planteamiento inicial de las pruebas. No todos los usuarios son iguales, y por esta razón no todas las pruebas serán iguales.
En algunos casos podremos seguir el paso a paso sin problemas y en otros casos con usuarios más curiosos por ejemplo el orden cambiará un poco, y eso está bien.
Lo más importante de realizar pruebas de usabilidad es lo que hagamos con los resultados obtenidos.
¿Cómo han respondido los usuarios al producto o a la herramienta?, ¿qué descubrieron?, ¿qué descubrimos?, ¿eran correctas nuestras suposiciones?.
El proceso de pruebas de usabilidad es indispensable en el desarrollo de un proyecto, no solamente al final sino a lo largo de todas las etapas; esto nos ayudará a explorar diferentes ideas y escenarios constantemente, en busca de generar soluciones más acertadas para nuestros usuarios.
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